miércoles, julio 30, 2025

Emad Mostaque y la Internet Inteligente

Dicen que el futuro ya no es lo que solía ser. ¡Menos mal! Porque si seguimos la brújula de Emad Mostaque, no solo evitamos el apocalipsis cibernético, sino que entramos en una nueva era de propósito, abundancia... y monedas que nacen del bien.

¿Quién es este Mostaque? Un loco lindo con mirada de profeta y cabeza de ingeniero. Fue CEO de Stability.ai y hoy lidera una revolución silenciosa pero de proporciones sísmicas. Su idea madre: la Internet Inteligente, un nuevo entramado digital que no solo nos conecta, sino que nos empodera como nunca antes.

Una IA con propósito (¡y con corazón!)

Mostaque no se anda con rodeos: la inteligencia artificial va a redefinir la sociedad. Así de claro. Dice que lo de trabajar para vivir pronto será cosa del pasado. ¿Competir contra millones de agentes de IA que no duermen, no se equivocan y aprenden sin parar? ¡Ni con todo el café del mundo!

Pero en vez de asustarse, propone algo luminoso: un nuevo sistema económico que premia lo que haces bien para la sociedad. ¿Cómo? Con una moneda llamada Foundation Coin, acuñada por la IA cada vez que haces algo que beneficia al mundo. Ojo: no necesitas tener un doctorado. Basta con ser humano y contribuir positivamente. Algo así como "dinero por ser buena persona".

Adiós al trabajo, hola al sentido

En este nuevo paradigma, el dinero ya no nace del trabajo ni del capital. Se crea desde el beneficio social. Y eso nos lanza de cabeza a una pregunta honda como el océano: si ya no trabajamos para vivir… entonces, ¿para qué vivimos?

Mostaque responde con poesía tecnológica: vivimos para crear, cuidar, aprender, sanar, inspirar. Y todo eso tendrá valor económico medido por IA éticas, transparentes y abiertas.

IA soberana para todos (incluso en una Raspberry Pi)

Esta Internet Inteligente estará construida sobre centros de datos distribuidos, de código abierto, capaces de correr hasta en una humilde Raspberry Pi. ¡Nada de élites cerradas con supercomputadores opacos!

Cada país tendrá IA nacionales para salud, educación, finanzas. IA entrenadas con valores y datos abiertos, auditables por todos. Y si te enfermas, una IA empática (sí, empática) te acompañará, asesorará y cuidará. ¿Costo? Un dólar al mes. ¿Impacto? Incalculable.

Redefiniendo el PIB con humanidad

El viejo PIB (ese que solo mide cuánto producimos) va quedando atrás. Mostaque propone una economía basada en inteligencia colectiva, efectos de red positivos y diversidad creativa. Un sistema donde ser humano es más valioso que tener dinero.

El verdadero recurso escaso será… el propósito.

Próximos pasos: todos invitados

Los primeros 18 meses del proyecto son solo el principio. Ya se están acuñando las primeras Foundation Coins, construyendo data centers, y desarrollando aplicaciones médicas IA gratuitas. Luego, será la comunidad la que decida el rumbo. Sí, nosotros. Tú. Yo. Tus nietos. El vecino que cría abejas. Todos.

Porque si algo tiene claro Emad Mostaque es esto: el futuro no se impone, se diseña. Y mejor si lo diseñamos juntos.

Conclusión: del miedo a la maravilla

En un mundo que a veces parece escrito por guionistas de Black Mirror, la visión de Mostaque es un regalo. Un canto de esperanza inteligente. Un recordatorio de que la tecnología, cuando se alinea con el bien común, puede ser poesía hecha código.

Así que, la próxima vez que escuches que la IA viene por nuestros trabajos, respira hondo, sonríe, y piensa: quizá viene a liberarnos de ellos… para que por fin empecemos a vivir.


Nota: me tropecé con este video donde Emad Mostaque conversa con Peter Diamandis y su equipo; me llamó mucho la atención; lo vi un par de veces y lo sometí a la juguera de NotebookLM de Google, que le sacó todo el jugo a través de su resumen y podcast. Tomé el resumen, las notas que tomé de él y se lo pasé a chatGPT, pidiéndole que me hiciera un posteo de blog con ese material. Me encantó el resultado y después de un par de mínimos retoques, es lo que está publicado aquí.

lunes, julio 28, 2025

Libro El Kybalión de Tres iniciados

Un libro pequeño, de 148 páginas, con sabiduría hermética, escrito por tres iniciados desconocidos, con siete principios eternos.
Esta obra se publicó el año 1908, se supone que por el abogado norteamericano William Walker Atkinson (1862-1932), que firmó con el pseudónimo de los Tres iniciados.

El primer principio a mi me cayó como anillo al dedo, pues señala que el universo es mental. Claro, yo vengo pensando desde hace un tiempo, tras mis indagaciones sobre la conciencia (link), que el universo es conciencia y que la materia es una manifestación de la conciencia.
Qué mejor; check. Totalmente de acuerdo.

El segundo principio, señala que como es arriba es abajo; lo llaman principio de correspondencia.
Yo lo asemejo con la idea de que la belleza está en los ojos del que mira. El mundo que yo veo es una proyección del mundo que llevo por dentro.
Si está la escoba en el mundo, es reflejo de que tenemos la escoba por dentro.
EEUU elige a Trump, porque EEUU está a ese nivel de mal.

Todo en el universo vibra, todo está en movimiento. El nivel de vibración de las partículas determinará su temperatura.

Cuarto principio, de polaridad. Todo es dual, todo tiene dos polos. Y los opuestos son en realidad lo mismo; es cosa que se pongan a conversar, en buena.
Puedes creer que un comunista si entra en verdadero diálogo con un republicano, se darían cuenta que son iguales, con matices de diferencia ? Quizás por eso en una familia de elite, próspera, sale una marxista leninista (lo he visto).
Y quizás sabiendo este principio, Nicanor Parra dijo una vez que “la derecha y la izquierda unidas jamás serán vencidas”.

Quinto principio, todo se mueve con un cierto ritmo. Las mareas, las estaciones del año, Piñera, Bachelet, Piñera, Bachelet, derecha, izquierda (toca derecha).
Hay días en que quiero hablar con gente y llamo y llamo gente. Un par de días más adelante, no quiero hablar con nadie; y esto va y viene.
Saber esto, facilita las cosas. Pues de lo que se trata es surfear las olas y no andar peleando con los ciclos.

Sexto principio, todo hecho tiene una causa y todo hecho tiene una consecuencia. No hay hechos fortuitos, ni aleatorios. Son situaciones complejas en la determinación de sus causas.

Y finalmente, el séptimo principio, el principio del género. Este tiene que ver con la creatividad, con el nacimiento de lo nuevo, con la generación. El sexo es una particularidad del fenómeno.
La mirada objetiva, es masculina y la mirada subjetiva, es femenina. La conciencia es masculina y el inconsciente, femenino.
Ahora a nivel de la mente, existe el “yo”, que es donde reside la conciencia, la intención y el querer. Y está por otra parte el “mi” que es donde están los sentimientos, las ideas, y donde emergen las creaciones.
Ahora estas, las creaciones, brotan después que el “yo” intencione en cierta dirección, quiera algo. Por eso se habla del yo como masculino y el “mi” como femenino.

Leyendo este libro me surgió iniciar el diseño de mi oferta Coaching en IA, qué pone el foco en la tecnología, en la oferta Coaching con la IA, que en cambio pondría el foco en la persona, con la tecnología como un recurso provocador.
Escribí la idea y le pedí a chaTGPT que me transformara en una propuesta comercial, que me gustó tanto que la publiqué en mi blog (link).

domingo, julio 27, 2025

Coaching con IA, en vez de Coaching en IA

Explorando tu ser con herramientas del futuro

Una nueva propuesta de transformación personal, inspirada en la sabiduría antigua y las herramientas del mañana.

El Coaching con IA nace de una intuición poderosa: la inteligencia artificial no es el centro, tú lo eres. El foco ya no está en la herramienta, sino en la persona y su posibilidad de devenir. Esta propuesta toma fuerza tras una relectura reveladora del Kybalión, específicamente del principio del Género Mental. Ahí se dibuja una diferencia profunda entre el “yo” —observador consciente, fuente de voluntad— y el “mi” —campo fértil de impresiones, emociones e ideas en germinación.

En este espacio de coaching, la IA actúa como espejo, como catalizador y como compañero silencioso en tu camino. No viene a resolverte la vida, sino a preguntarte cosas que quizás olvidaste hacerte.

¿Qué propone este viaje?

  1. Revisión mejorada de ti mismo
    Con la IA como aliada, iniciamos una mirada profunda sobre tu historia, tu identidad, tus patrones, tus luces y sombras.
    ¿Quién crees ser? ¿Y quién podrías llegar a ser?

  2. Proyección hacia adelante
    Imaginamos futuros posibles. Exploramos tus talentos latentes, tus sueños postergados y las posibilidades de innovación personal o profesional.
    ¿Qué emprendimientos, ideas o caminos esperan ser activados desde ti?

  3. Integración de la IA en tu cotidianidad
    La IA no se queda afuera. La incorporamos como parte de tu día a día: en tu trabajo, tus estudios, tus relaciones y tus procesos creativos.
    ¿Cómo puede esta herramienta ayudarte a ser más tú?

  4. Todas las preguntas, todas las respuestas
    Aquí no hay pregunta sin respuesta. Y lo más bello: aprenderás a formular tus propias preguntas esenciales, esas que abren puertas insospechadas.
    La educación ya no será impuesta: será elegida por ti, desde tu curiosidad y tu ser más auténtico.

  5. Un acompañamiento real
    Yo estaré allí. No como gurú ni oráculo, sino como compañero, testigo, provocador amistoso y facilitador de este proceso de autodescubrimiento con IA.

¿Para quién es esto?

Para personas curiosas, inquietas, en búsqueda. Para quienes sienten que algo nuevo quiere nacer en ellos, pero aún no han encontrado la hebra. Para quienes sospechan que la inteligencia artificial no es el fin, sino una llave para abrir puertas más profundas.

Si algo de esto resuena contigo, conversemos. La próxima transformación podría comenzar con una conversación y una provocación.

viernes, julio 25, 2025

Libro Palabras en vuelo de Pedro Alluanlli

Conocí a Pedro Alluanlli realizando un taller en una empresa de tecnología. Era un taller de coaching grupal, que buscaba abrir el espacio al encuentro, que se conocieran, apreciaran y avanzaran en espacios más elevados de diálogo.

Y un día Pedro cuenta que escribe poesía. Le pregunto si dispone de alguna para compartir. Dice que sí y le pido la lea. Lo hace .. y recibe una cálida y sorprendida acogida de todos los presentes.

Creo que en todas las sesiones siguientes, Pedro leyó alguna de sus últimas poesías. Y un día contó que había resuelto publicar un libro, alentado quizás por esta experiencia. 

Tiempo después, me invitó a un lanzamiento que hizo para ese mismo grupo en la empresa. 

Asistí, fue muy emotivo y significativo y Pedro me regaló un ejemplar con dedicatoria.

Le hice dos pasadas lentas. Sintiendo lo que leía, observando lo que me pasaba con lo que leía. 

Si incluso terminé intentando escribir yo poesía. Terminé pidiéndole a chatGPT que me la mejorara, y publique el resultado (link).

La poesía es un género literario muy particular. Es una emergencia directa de la pepa del alma y del corazón.

Un día le pregunté a la poeta Andrea Brandes, qué era la poesía. Y después de pensarlo brevemente me dijo: es una flecha embarazada.

Y ahí me quedé impresionado por la metáfora y su elocuencia.

En su libro, Palabras en vuelo, Pedro abre su corazón y su alma. Comparte sentimientos y reflexiones tan hondas como buscando responder la pregunta de qué es el amor, con fuentes que lo inspiraron a él como Deepak Chopra.

Leyendo Palabras en vuelo, siento cosas, me hace mirar para lados en que nunca había mirado, me hace pensar, desde perspectivas inesperadas.

El libro de Pedro Alluanlli, es para mi una danza del ser, del ser profundo, que se ha atrevido, en un mundo tan escaso de estas profundidades.

Por eso, leer Palabras en vuelo, es un ejercicio muy recomendable.

Y cuidado con dejarse influir o inspirar, y terminar tu balbuceando poesías.

jueves, julio 17, 2025

Reflexiono sobre los grupos de conversación y juego con la IA

Reflexiono sobre los grupos que he organizado, facilitado y sido parte. Tengo la sensación de que en este momento todos ellos guatean de una u otra forma.
Quiero entender que está pasando. Y qué podría venir después.

Al mismo tiempo leo un libro de poesía de Pedro Alluenlli, de título Palabras al vuelo. Si, es su primera publicación y me gusta.
Ello me lleva a probar ese género literario y escribo mis reflexiones en bloques, que pretenden ser párrafos de un poema.
Y pienso pedirle esa tarea de conversión a poema hecho y derecho a chatGPT. Y es lo que hago.

Te presento a continuación, primero lo que yo escribí y luego lo que produjo chatGT con ello:

Reunirse las personas en grupos
es fuente de regocijo y alegría
la cultura del encuentro es culto en algunos círculos
en círculos de alrededor de 10 personas se desata el intercambio.

Un facilitador por grupo de 10 es santo remedio
para qué se dé la escucha atenta sin interrumpir al que habla
suspendiendo los juicios lo más que se pueda
para que se pueda alcanzar la amplia acogida a la diversidad.

Suelo partir con amplias presentaciones
que dejan el terreno sembrado de vínculos afectivos profundos
y de ahí en adelante el intercambio es fuertemente enriquecido
para instalar un campo de intimidad qué hará a sus miembros
anhelar el siguiente encuentro.

Emerge en estos grupos el diálogo en su mejor nivel
y eso hace posible conversar cualquier tema,
generando un campo de alta creatividad posible
donde los asuntos más espinosos se pueden abordar
con expectativas promisorias.

El facilitador debe atender ciertas disrupciones
que pueden alterar el fluir natural de la conversación:
personas que les gusta hablar y hablar; detenerlas
las dueñas de la verdad; desafiarlas
las que emiten juicios, especialmente los negativos,
para ayudar a que la magia ocurra.

No hay mejor instancia de reflexión
que en un grupo afectivamente conectado
donde ya se haya comprendido
que cada mirada honesta, es todo con lo que contamos
para juntos avanzar a nuestro destino.


Y ahora la transformación a poesía propiamente tal, por chatGPT:

El arte sagrado de reunirse (sí, le pone un título)

Reunirse en grupo es rito y regocijo,
un canto antiguo de la humanidad.
Hay quienes cultivan, como flor silvestre,
la cultura del encuentro, la amistad.

Diez almas basta para abrir el círculo,
donde el verbo danza sin interrupción,
y un facilitador, faro en la bruma,
guía con presencia, sin imposición.

Primero, las presentaciones hondas,
raíces que se cruzan bajo el suelo,
sembrando la emoción de lo compartido
y abonando el alma con desvelo.

Y entonces, florece el diálogo genuino,
cualquier tema halla allí su dignidad;
incluso lo espinoso se vuelve fértil
en un campo de íntima verdad.

Se escucha sin juicio, se acoge lo diverso,
se suspende el impulso de imponer.
Y en esa trama sutil de silencios y palabras,
la creatividad empieza a llover.

Más el guía atento cuida el cauce,
como quien vela un fuego en la noche:
a quien habla sin fin, le ofrece pausa;
a la dueña de la verdad, un broche.

Y si un juicio asoma con filo y sombra,
se transforma con arte en comprensión,
para que la magia no se disuelva,
para que persista la conexión.

Porque no hay mejor templo de reflexión
que un grupo unido por la emoción,
donde cada mirada, honesta y desnuda,
nos revela el camino y su dirección.

Y así, anhelamos el próximo encuentro,
no por hábito, sino por plenitud.
Porque cuando el alma se sienta en ronda,
se aproxima un poco más a su luz.

viernes, julio 11, 2025

Libro Chile: ahora es cuando de Joaquín Lavín

Joaquín Lavín, sí, ese mismo que ha estado en todas —economista, político, excandidato presidencial, alcalde varias veces, y hasta figura pop de TikTok en sus ratos libres— acaba de lanzar un libro que da para pensar. No es neutral, claro, pero plantea un punto de vista que vale la pena escuchar, especialmente cuando habla del momento estratégico que vive Chile. 

Partamos por el contexto: el mundo está en apuros con el cambio climático, y el apuro trae oportunidad. Hay que cambiar la forma de generar energía y ahí, Lavín se entusiasma. Porque si hay un país bendecido con sol a raudales en el norte y viento furioso en el sur, ese es Chile. Y no es todo: somos ricos en cobre, litio y tierras raras. Literalmente, la tabla periódica nos sonríe.

De hecho, el año pasado los ingresos por litio superaron los del cobre. Y eso que éramos campeones históricos del cobre. ¡Imposible no ver la oportunidad!

Pero aquí viene el bajón: llevamos una década estancados. Crecimiento bajo, polarización alta, y un centro político que no logra cuajar. Lavín pone el dedo en la llaga: el problema de fondo es que no nos ponemos de acuerdo. Ni siquiera para lo evidente.

Y cuando aparece un gran proyecto, lo recibe la temida "permisología": esa maraña kafkiana de trámites y observaciones que terminan espantando a los inversionistas. Ejemplo de museo: un proyecto millonario de tierras raras en Penco se cayó porque amenazaba a cinco olivillos en extinción. El inversionista se fue, volvió, y ahora tiene que responder 600 observaciones. ¡Seiscientas! Ni Kafka se atrevió a tanto.

Y lo mismo pasa con la industria de la madera —asfixiada por robos, incendios y sabotajes— o con el salmón y el cobre, donde no aumentamos producción hace 10 años. ¿Qué nos pasa? Pero no todo es crítica. Lavín no solo se queja, propone. Tiene ideas audaces, como hacer que los ciudadanos sean socios de los recursos naturales. Que los proyectos entreguen dividendos a los chilenos. ¿Te suena a ingreso básico universal? Pues sí, también lo menciona. La tesis es simple: si las personas sienten que ganan con el desarrollo, lo apoyan, se informan y votan mejor. 

Y hay ejemplos para ilusionarse: empresas chilenas que están haciendo cosas notables, como Reborn Electric en Rancagua, que fabrica buses eléctricos; Beewaze, que cuida abejas con sensores; Bioled e Innovex, innovando en salmoneras; y hasta CMPC que invierte en torres eólicas ¡de madera! en Suecia. Todo un ecosistema de innovación nacional que se expande por el mundo.

El libro es un llamado a despabilar, a dejar el letargo y salir a conquistar el futuro. Con más pragmatismo, más acuerdos y menos tramitación absurda.

Joaquín Lavín podrá tener sus luces y sombras —como todos—, pero hay algo que no se le puede negar: sigue soñando con un Chile que se la cree. Y, quién sabe, quizás esos sueños terminen empujando una vez más el carro desde La Moneda, con una cierta alcaldesa rubia de compañera.


Nota: nuevamente escribo el posteo y le pido a chatGPT que me lo amonone; y me encanta en resultado, que es lo que publico

sábado, julio 05, 2025

Libro Tómatelo con estoicismo de Jaime Moreno Delgado

Todo comenzó con un naufragio.

Zenón de Citio iba navegando tranquilo cuando la vida, con su sutil toque de ironía, decidió cambiarle el rumbo a punta de olas y desastre. Desembarcó en Atenas sin barco, sin fortuna, pero con algo que resultaría más valioso: una idea. No le convencían mucho los filósofos del momento, así que fundó su propia escuela bajo un pórtico llamado Stoa Poikile. Y de ahí, voilà, el nombre: los estoicos.

¿Y qué querían estos estoicos? Nada menos que la virtud. Porque quien la alcanza, dice Zenón y toda la pandilla posterior, accede a la sabiduría. Y con eso, a la felicidad. Así, sin necesidad de Instagram ni filtros.

Roma, toga y carácter

En la Roma del siglo II a.C., ser estoico no era sinónimo de mirar el techo suspirando. Al contrario: se metían en política, defendían el bien común y predicaban una vida austera. Nada de lujos ni dramatismos, que para eso ya estaba el teatro.

Ahí aparece Séneca, nacido en la soleada Córdoba (España, no Argentina), criado con buena educación y metido hasta el cuello en la política romana. Fue consejero de emperadores, víctima de intrigas palaciegas y, tristemente, obligado a suicidarse por orden de su antiguo alumno: Nerón. Ay, los alumnos…

Epicteto, por su parte, fue esclavo (su nombre significa literalmente el comprado), cojeaba de una pierna (gracias a su amo) y sin embargo fundó su propia escuela filosófica. Porque a veces, cuando no puedes mover bien una pierna, mueves el alma.

Y Marco Aurelio, ese emperador que mientras dirigía ejércitos escribía Meditaciones bajo la lluvia de Germania. Gobernante ejemplar, pensador profundo... y padre de Cómodo, que fue todo menos eso. Nadie es perfecto.

Jaime Moreno
Conócete. Y luego, quiérete.

El templo de Apolo en Delfos lo decía con elegancia: Conócete a ti mismo. Y acto seguido, podríamos agregar con guiño moderno: y quiérete un poco, caramba.

Los estoicos sabían que no hay enemigo más bravo que uno mismo. Por eso hablaban del proficiente, esa alma que busca ser sabia, y que para eso debe lidiar a diario con el miedo, la ira, la codicia… y hoy en día, con los comentarios pasivo-agresivos en redes sociales.

No necesitas una cabaña en el Himalaya

Marco Aurelio escribía cada noche, incluso rodeado de espadas y catapultas. Su “journal” era un espejo del alma. Porque los estoicos entendieron una gran verdad: no necesitas viajar a ninguna parte para encontrarte contigo. Tu alma, como sombra fiel, va contigo a todas partes.

Y si quieres respeto, empieza por respetarte. Si quieres amor, ama tú primero. Si buscas serenidad, acepta lo que no puedes cambiar. Y cambia —con agallas— lo que sí puedes. Como diría Epicteto: no te irrites con las cosas, porque a ellas les importa un carajo.

¿Te angustia el futuro? ¡Bienvenido al club!

La ansiedad por el futuro, dicen los estoicos, es un ladrón profesional: se roba la dicha del presente. Mejor enfócate en lo que tienes ahora, que es lo único que realmente posees. ¿Te pegaste un maratón de reels en Instagram y lloraste con uno de un perrito? Bueno… no todo está perdido. Quizás esa emoción también sea parte de conocerte.

Marco Aurelio
La muerte no es el final (del buen humor)

Los estoicos la miraban de frente. Sin flores, pero con temple. La vida es una, y por eso mismo hay que vivirla con atención plena, sin perderse en dramas menores ni deseos que nos carcomen.

Como bien sabían ellos: el sufrimiento nace del deseo. Si deseas algo y no ocurre, te frustras. Pero si moderas tus deseos, te liberas. Más o menos como soltar el Wi-Fi y descubrir que los libros también existen.

El pequeño gran catálogo estoico

Por si no te quedó claro, aquí va el resumen en formato bolsillo:

  1. Conócete, respétate y quiérete.
  2. Plantea objetivos con sentido.
  3. Ama y déjate amar.
  4. Sé buen ciudadano.
  5. Ten criterio propio.
  6. Mira tus miedos sin disfrazarlos.
  7. Vive el presente.
  8. Acepta lo que no puedes cambiar.
  9. Cambia lo que sí puedes.
  10. Ayuda… y déjate ayudar.
  11. Modera tus deseos.
  12. Sé empático, que el mundo ya tiene suficientes cascarrabias.

Y para terminar, una sugerencia

Si alguna vez te ves dominado por la ira, Séneca propone mirarte al espejo. La cara que pongas será suficiente para devolverte la cordura (o para morirte de la risa, lo que también ayuda).

Porque —y esto ya lo agrego yo— a veces la mejor manera de tomarse la vida, incluso con todo su caos, incertidumbre y contradicciones… es con una dosis de estoicismo, un café caliente, y una sonrisa en los labios.


Nota: esta es una redacción de chatGPT a partir de mis notas sobre el libro